Como si no hubiera temas de más gravedad e importancia de los que ocuparse en cuanto al medio ambiente canario, nuestra Federación Ecologista Ben Magec ha cogido una perreta con respecto al posible (porque a fin de cuentas todo esto está en veremos, para que engañarnos) establecimiento del tren en Gran Canaria y Tenerife.
Fieles al lema del No a todo que tanto daño está haciendo al movimiento ecologista canario y a quienes en él participamos y creemos, Ben Magec se agarra a cualquier argumento en contra aunque sea traído de los pelos, como por ejemplo, que «los Cabildos no tienen las competencias en materia ferroviaria», como si eso fuera el nudo gordiano del asunto (ya puestos, que no se olviden de denunciar al Ayuntamiento de Agüimes por poner un observatorio astronómico en Temisas porque, que sepamos, las corporaciones municipales no tienen competencias en la exploración del espacio…). Lo que se intenta, en suma, es que el tren, el sistema de transporte colectivo público terrestre más eficiente y cómodo -incluyendo por supuesto el de las emisiones de CO2- no tenga jamás presencia en Canarias.