Desde meses atrás hemos venido observando las maniobras entre el Cabildo grancanario y el Ayuntamiento de la capital para que la corporación municipal renuncie a la financiación reservada al convenio para resucitar nuestro barranco fundacional, iniciativa nacida en la década anterior y con la que se pretendía comenzar -que no hacer del todo- a recuperar nuestro otrora río Guiniguada (luego barranco cuando la desforestación salvaje de la Isla acabó con el agua que discurría por su cauce durante todo el año) y actualmente prescindible autopista de muy escaso uso. Este proyecto pretendía recuperar la unión con el mar de los barrios de Vegueta y Triana a la altura de la desembocadura del barranco y el desenterramiento de parte del mismo hasta la altura del actual rectorado de nuestra Universidad.
Archivo de la etiqueta: Las Palmas de Gran Canaria
El caso de los extraños libros encontrados en la basura
Todo Día del Libro merece ser señalado a nuestro particular modo. Pese a que este es un blog personal, no me resisto a rescatar del cuasi olvido un escrito ajeno, publicado en el mar inabarcable de la prensa en el periódico grancanario La Provincia del 14 de diciembre de 1995. Se trata del sorprendente relato, no exento de inteligente humor, El caso de los extraños libros encontrados en la basura, obra de un tal «Jorge Roque», seudónimo -ni que decir tiene- de una destacada persona de la vida cultural insular de cuyo nombre no voy a acordarme.
Que lo disfruten.
Me he referido varias veces a la mano amiga que adivina nuestras ansias de lectura y nos pone a la disposición, en el momento oportuno, el libro exacto que colma nuestros deseos. Tal intuición de quienes nos circundan, sean libreros, parientes o amigos, es un arte, no cabe duda. Así llegó a mis manos, en un momento crucial de mi vida, El crimen de un académico de Anatole France, la preciosa obra que despertaría mi irrenunciable fascinación por Ios-manuscritos, los códices y «los libros antiguos.
Fue desde entonces que comencé a frecuentar las librerías de viejo, para descubrir que no se trataba de negocios de desechos usados, sino de santuarios regentados por personas muy inteligentes sensibles. Por eso, mi asombro no tuvo límites cuando presencié una tarde, en El Museo Canario, la visita a su director de mi amigo Carlos Cabrera, jefe de la Policía Municipal, con quien había compartido empresas culturales voluntaristas en mi juventud, quien le traía un libro de música impreso, rescatado por un vigilante en el gran vertedero de basura del Salto del Negro.
Archivado bajo Leer es lo que vale
La festividad de Santa Ana y la Santa Iglesia Catedral Basílica de Canarias
Escucha música mientras lees
Diego Durón (de Maestros de Capilla de la Catedral de Las Palmas [sic], ss. XVII y XVIII)-
Unica est columba mea 2:50 min.
Pues ahora acabo de acordarme -malo soy yo para onomásticas y celebraciones personales, como bien saben quienes me conocen- que antesdeayer, día 26 de julio, fue la festividad de Santa Ana lo cual, teniendo una hija con ese nombre, es olvido grave.

Vista del altar mayor desde el desaparecido Coro de la Catedral de Canarias. Fotografía obtenida de la Memoria digital de Canarias (mdC)
Pero además es imperdonable por partida doble, por cuanto su nombre se lo pusimos su madre y yo, por ser la Patrona de nuestra Capital y la advocación a la que está dedicada el mayor monumento histórico-artístico de este poco afortunado Archipiélago; la Santa Iglesia Catedral Basílica de Canarias, más conocida popularmente como Catedral de Santa Ana.
Archivado bajo Gran Canaria, por supuesto
Cruz de navajas para Iván
Escucha música mientras lees
George Delerue – Theme de Camille 2:32 min.
Iván estaba en el sitio incorrecto en el momento equivocado. Le costó la vida. Según dicen, cuatro escorias utilizaron su cabeza como balón de fútbol porque les pareció poco lo mucho que Iván les había ofrecido para lo que ellos merecen.
Iván era universitario. Estudiaba en Humanidades y era hijo de un profesor de Biología en nuestra Universidad. Dicen que también era hijo único. Lo fuera o no, todos sabemos que no hay reparación ni posibilidad de calma para sus padres y todos cuantos le querían.
Mañana habrá, a las 12:00 hrs. un minuto de silencio en su memoria en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria donde estudiaba. ¿Y luego qué?. Ya su padre ha hablado que buscará un castigo ejemplarizante para los culpables.
Sabemos que hay demasiada basura humana en nuestras calles y que, como tengas la mala fortuna, tu o los tuyos, de caer en sus manos presínate, porque nadie acudirá en tu ayuda. Como a Iván, que por mucha gente que haya a tu alrededor nadie moverá un dedo por tí, no sea que alcancen también. El temor se ha apoderado de nosotros incapaces ya hasta de defendernos porque somos conscientes de que quien se toma la justicia por su mano abriéndole la cabeza a un delicuente -aunque sea en defensa propia- primero va a la cárcel (como si él o ella también lo fuera) y luego ya veremos.
Hemos sin embargo empezado a ver cambios que endurecen -aún no todo lo suficiente- la legislación. Primero fue con los terroristas, ahora también con los maltratadores y la violencia de género. Muy bien. Pero a ver cuándo se darán cuenta de que la vida humana vale exactamente lo mismo independientemente de que quien acaba con ella sea un terrorista, un maltratador o la basura callejera que acaba con un casi adolescente a base de patadas en la cabeza. Criminales y asesinos son sólo eso y como tal deben ser tratados. Da igual si tienen móviles políticos, sexuales, de dominación o simplemente disfrutan con la violencia. Deben ser tratados en base a derecho pero siempre con el máximo rigor. Y aún así seguirán ganando siempre, aunque -como esperamos- los encerremos y tiremos la llave. Porque ellos seguirán con vida, pero sus víctimas no podrán retornar jamás de aquel sitio oscuro a donde sus ejecutores les enviaron.
Archivado bajo El país miserable