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En el periódico Canarias7 de ayer figura una noticia que se me antoja surrealista:
Los importadores de coches arremeten contra la peatonalización de Mesa y López. FREDICA critica la «nefasta política» de Las Palmas «contra» el uso del coche.
http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=269328
que no me llama la atención porque se esté a favor o en contra -que eso es el derecho de cada cual-, sino porque se pone en grandes titulares que el zorro está en contra de que haya impedimentos para comerse a las gallinas. Esto es, que se difunde como si se hablara de la sociedad en general lo que manifiesta sólo una parte inequívocamente interesada y que no mira por nada que no sean sus espúrios intereses mercantiles.
En otras capitales canarias y sobre todo, en el resto de España, se ha ido peatonalizando y limitando de forma decidida (o incluso directamente prohibiendo) el uso del coche particular en zonas comerciales, cascos históricos y barrios residenciales y, sin excepción, se ha comprobado los enormes beneficios de dicha medida. Aquí, como siempre, queremos reinventar la rueda oponiéndonos a tener más calidad de vida, incluso argumentando que «aquí las cosas son distintas».
Debemos ser cada vez más conscientes de que los vehículos particulares son absolutamente dañinos:
- por contaminar acústicamente, ensordeciéndonos la vida.
- por ser la primera fuente de polución del mundo (en 2010 había ya más de mil millones de vehículos) contribuyendo al cambio climático y a la destrucción global.
- por hacernos vivir asustados ante el miedo de ser arrollados en cualquier momento.
- por habernos arrebatado la calle en la que andábamos, jugábamos e íbamos en bicicleta.
- por evitar que hagamos ejercicio para desplazarnos.
- por hacer que veamos como algo normal la demencia de vivir a considerable distancia de donde trabajamos, siendo asi más polucionadores que nunca.
- por hacernos perder gran parte de nuestro precioso tiempo conduciendo diariamente desde ninguna parte a ningún lugar.
- por justificar la destrucción del paisaje y del territorio.
- por cambiar nuestro modo de ser, haciéndonos más agresivos y egoístas.
- por gastar toneladas de dinero público (que podría ser mucho mejor empleado) en subvencionar su adquisición, así como en crear y mantener nuevas carreteras y autopistas.
- por provocar cada año más muertos y heridos que la mayoría de las guerras de baja intensidad.
- por hacernos hiperdependientes de recursos externos que no controlamos y por aumentar nuestra fragilidad energética.
Encima, todos pregonamos lo mal que estamos por la crisis y que el petróleo está por las nubes, pero las autopistas y carreteras siguen tanto o más abarrotadas que antes.
Les sugiero que entren en la encuesta que ofrece el mismo periódico y donde pregunta: ¿Está a favor o en contra de la peatonalización de Mesa y López, en Las Palmas de Gran Canaria?. De las respuestas habidas hasta ahora, nada menos que el 61% está en contra de que se peatonalice. En la encuesta de La Provincia los opositores suben hasta el 70%, asi que debemos arrimar el hombro para que la tendencia cambie. Y no hablo sólo de encuestas.