Archivo mensual: abril 2012

Cinco deditos tiene mi mano (y la tuya, y la de aquel…)

by Manel Fontdevila

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Bibliotecas en este día

Pues hoy es el Día internacional del libro. En los apretados tiempos que corren, la mayoría aún no sabe que cuando te interesa un libro hay una alternativa mejor que ir corriendo a comprarlo a la librería: obtenerlo gratis de una biblioteca pública que está íntegramente sostenida con nuestro impuestos. Asi que, acuérdense Vds. de celebrar la efeméride acudiendo a la que tengan más cercana, que leer -como comer y practicar ejercicio- es cosa de todos los días.

Forges también se ha acordado de conmemorarlo. Aqui les dejo su viñeta:

Forges (El País)

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Una pistola o una palabra amable

Escucha música mientras lees: Lalo Schifrin – Tango (1998)

Parece que en este mundo hay tan sólo cuatro tipos de países : el primer mundo, el tercer mundo, aquellos que sin tener nada lo tienen todo -como Japón- y aquellos otros que teniéndolo todo, no tienen nada, como Argentina.

Hasta la fecha y sin visos de cambio, el caudillismo ha sido la forma de gobierno preferida (tal vez por no saber practicar otra) de aquel país. Los caprichos del líder de turno, llámese Juan Domingo Perón, Evita, Menem o la actual Cristina Fernández de Kirchner, han sido la forma corriente de dirigir el país, donde la corrupción institucionalizada es pauta común.

Ahora este Estado está muy presente en nuestros informativos por la confiscación decretada por el gobierno bonaerense de Repsol YPF, compañía española que en su momento asumió la privatización de la explotación de los hidrocarburos locales decretada por Carlos Menem.

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Pero acuérdate de quiénes nos gobiernan cuando estén hablando de crisis

Las uvas de la ira (The grapes of wrath, 1940) Dirigida por John Ford, 2 oscars:

¿Quieres saber lo que pasó?

– Eso es lo que te he preguntado.

– Bueno, lo que pasó… lo que me pasó a mí… Un día llegó un hombre:

– Tienes que reconocerlo. En una tierra así, tan seca, el sistema de arriendo no funciona. Apenas se puede sacar ganancia. Un solo hombre y un tractor puede cultivar diez o doce de estas fincas. Le pagáis un jornal y os quedáis con la cosecha.

– Sí, pero no podemos distraer ni un centavo de lo que tenemos ahora. Nuestros hijos no comen lo suficiente, y están tan andrajosos que nos daría vergüenza ver a los hijos de otros bien vestidos.

– Yo no puedo hacer nada. Sólo cumplo órdenes. Me mandaron a deciros que estais desahuciados.

– ¿Quiere decir que me echan de mi tierra?

– No hay porqué ponerse así. No hay porqué enfadarse conmigo. Yo no tengo la culpa.

– ¿Pues quién la tiene?.

– Ya sabes que el dueño de la tierra es la compañía Shawneeland.

– ¿Y quién es la compañía Shawneeland?.

– No es nadie, es una compañía.

– Pero tienen un presidente, tendrán alguien que sepa para qué sirve un rifle, ¿verdad?

– Pero hijo, ellos no tienen la culpa, el banco les dice lo que tienen que hacer.

– Muy bien, ¿dónde está el banco?.

– En Tulsa, pero no vas a resolver nada; allí sólo está el apoderado y el pobre solo trata de cumplir las órdenes de Nueva York

– ¿Entonces a quién matamos?

– La verdad, no lo sé, si lo supiera te lo diría: yo no sé quién es el culpable.

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Archivado bajo El mundo futuro (que ya tenemos por aquí), El país miserable